Trabajamos la técnica, repensamos los textos, cuestionamos lo escrito, revisamos ejemplos y, por sobre todo, fomentamos el intercambio intelectual. El pensamiento crítico. Ya que las grandes cosas salen del diálogo con la obra y con los otrxs.

Pensamos la literatura -y el arte en general- como un camino. Si bien impulsamos proyectos, metas y objetivos, vemos la escritura como un habitar. Un espacio que se transita, desde donde brota la creación. Y también desde donde se transforma.

Nuestros talleres y cursos no ofrecen un certificado formal, ya que no creemos en la “certificación del arte”. Vemos el recorrido literario justamente como eso: un pasar o una aproximación en la propia evolución literaria, y la transformación de la obra es el comprobante del proceso.